El efecto dañino del ruido en los oídos

Qué es la hipoacusia sensorial, cómo se manifiesta y qué hábitos influyen en la pérdida de audición.

Los problemas de audición son cada vez más habituales a edades tempranas. Esto se debe sobre todo a la constante exposición al ruido que se produce en las ciudades, así como por el uso inadecuado de los auriculares.

El doctor Joaquín Alacio Casero, jefe de servicio de Otorrinolaringología del Complejo hospitalario Ruber Juan BravoEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos indica que «junto a patologías, como alteraciones o síndromes genéticos e infecciones, en la actualidad uno de los factores determinantes que pueden influir en nuestra salud auditiva es la exposición constante al ruido».

Según recoge la Organización Mundial de la Salud, se estima que una tercera parte de la población en el mundo y 3 de cada 4 habitantes de las ciudades industrializadas presentan algún grado de pérdida de audición a causa de la exposición al ruido. Por eso, es muy importante concienciarse de la importancia de su detección precoz para evitar que la sordera se agrave.

Te explicamos qué puede ocurrir en tus oídos cuando te expones al ruido y sonidos fuertes de manera constante.

Cómo influye el ruido en la pérdida auditiva

Cuando nos exponemos a sonidos penetrantes de forma repetitiva, o a un único ruido de alta intensidad, se origina un deterioro de la audición, que será más o menos grave dependiendo de cuánto tiempo hayamos estado expuestos a esos ruidos, su intensidad y frecuencia, y de la vulnerabilidad de cada caso.

Uno de los tipos de sordera relacionados con la exposición a ruidos muy fuertes es la hipoacusia sensorial, que suele estar causada por traumas acústicos o lesiones en el oído interno. Este problema auditivo comienza con un cambio temporal del umbral auditivo, lo que hace que las personas afectadas sientan sus oídos taponados durante horas o días. «Cuando la exposición al ruido se prolonga, el desplazamiento de umbrales se hace permanente y se establece una sordera irreversible», señala nuestro doctor.

Además, esta pérdida de audición repercute primero en los sonidos agudos, e irá empeorando cuantas más veces nos expongamos a sonidos fuertes, puesto que es acumulativa.

Hábitos que pueden perjudicar la audición

La exposición al ruido es más frecuente de lo que pensamos e incluso forma parte de nuestro estilo de vida actual.

Por una parte, la contaminación acústica de las ciudades influye negativamente en la audición, y también se asocia a otros trastornos cardiovasculares y deficiencias cognitivas en los menores.

Igualmente, el uso constante de los auriculares para escuchar música, hablar por teléfono y visualizar vídeos también nos expone a sonidos fuertes de manera prolongada. Esto puede resultar especialmente perjudicial en los jóvenes, según añade nuestro otorrino: «Tal y como pone de manifiesto la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, el uso inadecuado de auriculares está condicionando que la pérdida auditiva aparezca a edades cada vez más tempranas, adelantando la aparición de déficit de audición asociado a la edad en unos 20 años».

Consejos para prevenir la pérdida de audición

Hay que tener en cuenta que es importante tomar precauciones al utilizar los auriculares, moderando el volumen y limitando el tiempo de uso, entre otras medidas. En esta línea, nuestro doctor nos comenta que «estamos llegando a un punto en que los dispositivos móviles envían una notificación cuando detectan que el volumen de los auriculares está siendo superior al recomendado durante su uso».

Por último, no hay que olvidar la importancia de acudir a las revisiones, así como consultar con los especialistas en caso de detectar cualquier anomalía, puesto que las pérdidas de audición pueden agravarse y son complicadas de identificar al comienzo. «En la mayoría de los casos, los pacientes con problemas en la audición no notan los cambios hasta que ya es demasiado tarde y el problema está muy avanzado. Por eso se hace cada vez más necesario incentivar en la población la realización, dentro de su chequeo anual, de un estudio de los niveles auditivos», concluye nuestro doctor.

Fuente: Tu Canal de Salud

Los signos de alerta que pueden indicar que tu pequeño no escucha bien

Los expertos recuerdan que un niño necesita oír alrededor de 45 millones de palabras antes de los 4 años.

Según datos de la Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España (AICE), existen en nuestro país más de 17.500 personas usuarias de un implante coclear. Estas cifras incluyen a niños y a bebés que, gracias a estos dispositivos, son capaces de escuchar por primera vez o volver a escuchar y de desarrollar el lenguaje.

Los oídos son la puerta de entrada al cerebro, ya que este no está totalmente desarrollado al momento del nacimiento. Así, un niño necesita oír alrededor de 45 millones de palabras antes de los 4 años y 20.000 horas de escucha durante la infancia como base para la lectura. Por ello, la interacción con los padres y los intercambios de comunicación son fundamentales.

Aunque los pediatras suelen identificar los problemas de audición en las revisiones, el Dr. Martín-Lagos Martínez, otorrino del Hospital Universitario Clínico San Cecilio, de Granada, indica que hay algunos signos de alerta que pueden identificar los padres como que el niño no responda a estímulos o determinados sonidos, o que, estando en edad de pronunciar palabras, se limite al balbuceo, o lo que es peor, que empiece a perderlo. Pero ¿cuáles son los signos de alerta auditivo-lingüísticos en bebés y niños?

Menores de 6 meses:

· Que no manifieste respuesta ante la presencia de sonidos.

· Que no se tranquilice con la voz de su mamá.

· Que no preste atención o no se interese ante sonidos familiares.

Mayores de 6 meses:

· Que el niño no gire la cabeza hacia la fuente sonora.

· Que no responda con sonidos vocálicos cuando se le habla.

· Que no responda a su nombre.

A partir de los 12 meses:

· Que no comprenda las palabras de uso común.

· Que no señale objetos y personas familiares cuando se le nombran.

· Que no diga palabras con sílabas replicadas (Ej. papá, mamá).

Durante el primer año:

· Que no entienda preguntas sencillas.

· Que no preste atención a las canciones y cuentos infantiles.

· Que no exprese frases de dos palabras.

A los 2 años:

· Que no comprenda órdenes sencillas sin apoyo de gestos.

· Que no acuda cuando se le llama desde otra habitación.

· Que no utilice los pronombres (Ej. yo, tú, mío).

Signos de alerta a detectar en la escuela:

· Desorganización, impulsividad o agresividad.

· Falta o pérdida constante de atención.

· Comportamiento inadecuado.

· Búsqueda constante del apoyo visual o imitación de sus compañeros.

· Falta de comprensión y seguimiento de las instrucciones.

· Dificultad en hacer relaciones con otros niños.

· Participación empobrecida o retracción en actividades escolares.

· Pérdida o inconsistencia en las habilidades demostradas.

Fuente: ABC

Desde la risa de un niño hasta el cantar de los pájaros: estos son los sonidos que más relajan

Cuando estamos en el útero tenemos ya relación con ciertas sensaciones que hacen que nos relacionemos con nuestro entorno, como el latido del corazón de una madre.

Las olas del mar, el susurro humano, el viento o el pisar de la nieve son sonidos que nos transmiten tranquilidad y nos ayudan a relajarnos, ya que nuestros oídos los consideran agradables.

Y es que está demostrado –señala Ana Zubiaurre, audióloga y directora del centro auditivo OIDDOS– que desde que estamos en el útero tenemos relación con ciertos sonidos que hacen que nos relacionemos con nuestro entorno, como el latido del corazón de una madre.

Además, Zubiaurre explica que los sonidos que nos resultan más agradables influyen en el endotelio (tejido que regula el funcionamiento cardiovascular) y añade que «está demostrado que mejoramos nuestra salud si escuchamos estos sonidos y los complementamos con una actividad física frecuente y una buena salud emocional».

Escuchar estos sonidos que consideramos agradables, insiste, nos ayuda a desestresarnos, mejorar nuestro sentido del humor y otras particularidades de nuestro cuerpo.

Sonidos que más relajan

  • La risa de un niño
  • Nuestra canción favorita
  • El sonido de la lluvia
  • Pisar la nieve
  • Las olas del mar
  • El sonido de la naturaleza
  • El ronroneo de un gato
  • El canto de los pájaros
  • El fluir de un río
  • El susurro de la persona que quieres

La música también está considerada un calmante. Zubiaurre manifiesta que a 432Hz es la frecuencia más relajante que existe, considerándose muy beneficiosa por la tranquilidad que transmite.

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Fuente: ABC

Otosclerosis, una causa frecuente de sordera.

La otosclerosis es una causa frecuente de perdida de audición. Pero no confundamos, no tiene nada que ver con la osteoporosis y menos aun con la artrosis. La otosclerosis consiste en un crecimiento de hueso, hueso anormal en la zona de unión entre el estribo y el oído interno (fissula antefenestram) que provoca una pérdida de audición progresiva. Este hueso, que es esponjoso y poroso, se destruye y deja paso a un hueso más duro. Este hueso endurecido dificulta el paso de las vibraciones sonoras hacia el oído interno.

Causa de la otosclerosis

La causa exacta de la otosclerosis se desconoce, sin embargo, hay evidencias de que puede ser hereditaria, modificándose la penetrancia con ciertas infecciones virales y cambios hormonales. Suele afectar más a mujeres jóvenes (20-30 años) y de raza blanca.

Síntomas

El síntoma fundamental es la hipoacusia (pérdida de audición) que es lentamente progresiva, se inicia en la juventud (20-30 años) y se incrementa con los embarazos en la mujer.

Además puede ir acompañada de vértigos y acúfenos (ruidos en los oídos). La otosclerosis es progresiva pero su velocidad de progresión varia entre pacientes.

Diagnóstico

Su diagnostico de certeza es complicado, pero si existen pruebas que permiten aproximarnos al diagnóstico. Ante la sospecha de otosclerosis realizamos audiometrías tonales y pruebas especificas como la prueba de Gellé, el registro del reflejo estapedial y la timpanometría. En ocasiones se puede utilizar una prueba de imagen, la tomografía axial computadorizada (TAC), para descartar otras causas de hipoacusia.

Tratamiento de la otosclerosis

La otosclerosis puede empeorar lentamente. La afección tal vez no requiera tratamiento hasta que uno presente problemas auditivos considerables.

Los medicamentos como el fluoruro sódico, el calcio o la vitamina D no han demostrado beneficios generalizables. Para mejorar su audición, el paciente podrá optar entre utilizar audífonos o la cirugía. Ninguno curará la enfermedad ni prevendrá el empeoramiento de la pérdida auditiva pero si solucionará la hipoacusia durante años.

La cirugía consiste en sustituir el estribo por una prótesis (estapedectomía/estapedotomía). Hoy día, los nuevos diseños de prótesis y materiales utilizados permiten grandes resultados. Además, el empleo de la endoscopia ha mejorado los resultados postoperatorios.

Si usted presenta una pérdida auditiva de larga evolución no dude en consultar con un otorrinolaringólogo, probablemente tenga solución.

Fuente: https://granadaotorrino.com

ENFERMEDADES QUE ATIENDE EL OTORRINO

Estos cirujanos ven una amplia gama de enfermedades y patologías relacionadas con los sentidos, como problemas del olfato y el gusto o trastornos del equilibrio y la audición.

Además, están a cargo de enfermedades que afectan las vías respiratorias, los senos paranasales, la voz y el habla. A continuación, te invitamos a conocer algunas de las afecciones que te pueden llevar al otorrino(a):

PROBLEMAS NASALES 

-Sinusitis y rinosinusitis, incluso en niños (infección de los senos paranasales)
-Hemorragias nasales
-Desviaciones del tabique nasal
-Lesiones nasales
-Trastornos del sentido del olfato
-Rinitis alérgica
-Rinorrea crónica o moqueo de nariz
-Obstrucción nasal
-Pólipos nasales
-Tumores de la nariz

-Tapones de cerumen
-Pérdida de la audición
-Otoesclerosis (condición del oído medio que causa pérdida de la audición)
-Infecciones del oído
-Otitis media con derrame (afección común en la infancia en la que el oído medio se bloquea con fluidos)
-Colesteatoma (quiste cutáneo en el oído medio)
-Pérdida de audición relacionada con la edad
-Tinnitus o zumbido en los oídos
-Microtia y deformidades del oído externo
-Mareo y vértigo
-Perforaciones del tímpano
-Orejas que sobresalen

TRASTORNOS DE LA GARGANTA 

-Apnea del sueño (cuando la respiración se detiene durante el sueño)
-Problemas de adenoides (la extirpación quirúrgica de estas pequeñas glándulas en la garganta a veces es necesaria)
-Amigdalitis y faringitis recurrente
-Disfonía y trastornos de la voz
-Laringitis
-Disfunción de las cuerdas vocales
-Problemas para tragar
-Lesiones de las cuerdas vocales
-Parálisis de las cuerdas vocales
-Problemas para respirar
-Babeo
-Ronquidos
-Anquiloglosia (lengua anclada)
-Cuerpo extraño en la garganta
-Estridor o respiración ruidosa
-Papiloma respiratorio recurrente
AFECCIONES DE LA CABEZA Y DEL CUELLO

-Parálisis facial
-Rinoplastia (cirugía de nariz)
-Otoplastia (cirugía de orejas)
-Cáncer que afecta la cavidad oral, la garganta (faringe), la boca, la laringe, las glándulas salivales, la base del cráneo o la nariz y los senos paranasales
-Reconstrucción facial después de un trauma o cáncer
-Masas del cuello y de la cabeza
-Hemangiomas y otras malformaciones vasculares
-Ganglios linfáticos agrandados o dañados en el cuello
-Lesiones cutáneas faciales, incluido el cáncer de piel
-Masas de las glándulas salivales
-Blefaroplastia (eliminación del exceso de piel y almohadillas de grasa alrededor de los párpados superior e inferior)

Fuente: https://www.doctoraki.com/

Otorrinolaringólogos demuestran que se puede tratar la coclea sin causarle muchos daños

Una investigación del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra ha demostrado que se puede trabajar dentro de la cóclea -una parte del oído interno- causándole el mínimo daño posible.

El estudio ha sido realizado en modelo animal, y ha demostrado que no se producen «daños relevantes» en la cóclea durante las intervenciones de introducción de la guía de electrodos para los implantes cocleares.

«Lo que queremos es preservar la cóclea al colocar la guía de electrodos de un implante coclear generando el menor daño posible», ha idnicado Raquel Manrique, especialista en Otorrinolaringología en la Clínica y miembro del equipo investigador.

Esa guía de electrodos es la base del implante coclear, un tratamiento para la pérdida de audición de grado severo profundo. Este dispositivo es colocado en el interior de la cóclea para estimular el nervio auditivo, que, según la zona, lleva la información de las frecuencias más graves, medias o agudas. Un procedimiento efectivo «que facilita que los pacientes puedan desarrollar el habla y entender el lenguaje», han señalado desde la clínica.

«En la última década se han realizado cambios sustanciales, a nivel quirúrgico y de la guía de electrodos que colocamos, para intentar generar una mínima lesión dentro de la cóclea. Gracias a ello, los pacientes van a entender mejor en situaciones de ruido, y van a poder aprovechar opciones de futuro que la medicina les pueda ofrecer», ha contextualizado la experta.

UN ÓRGANO «INTOCABLE»

«Con este estudio hemos comprobado que podemos retirar la guía de electrodos y poner una nueva con mínimos daños en el interior de la cóclea, utilizando una técnica quirúrgica atraumática», ha apuntado la experta.

Una demostración «especialmente relevante» en los implantes cocleares que se colocan a los niños más pequeños, que a lo largo de su vida pueden necesitar un reemplazo o que puedan beneficiarse de nuevos aparatos.

En primer lugar, «se ha llevado a cabo una cirugía en la que utilizan una inserción parcial de una guía de electrodos y meses más tarde, una reintervención para profundizar más en la inserción de la guía. Los resultados muestran que no hay un deterioro significativo tras la inserción de ambas más profunda después de una segunda intervención», han explicado.

Esto es una demostración de que «la cóclea no es un órgano intocable, que se puede trabajar y volver a operar una cóclea sin que se produzca un mayor deterioro», ha destacado el director del Departamento de Otorrinolaringología, quien ha calificado este hecho de «importante», ya que «abre puertas a futuros tratamientos, abre consensos tecnológicos sobre qué tipo de dispositivos utilizar y cómo utilizarlos para que precisamente se pueda hacer de una manera mínimamente traumática».

Fuente: ecodiario.eleconomista.es

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